Dar una mano a alguien es mucho más que hacer un favor. No es dedicar unos minutos que te sobran o prestarle algo a alguien. Es dar una parte tuya, es darte vos, es aferrarte aferrar al otro. Cuando el mundo se vuelve un abismo y todo se cae tus manos no se aferran a algo, se aferran a alguien, alguien que no te deja caer.Cuando vos diste tu mano ya no hay forma de soltarla, ya no es tuya, está unida a la del otro y las dos manos son una. Las manos nos unen, nos suman, cuando damos la mano dejamos de ser yo para sernosotros.

A pesar de los errores, a pesar de los defectos y virtudes, guardo en mi los mejores momentos que van a quedar en lo profundo del alma. LAS AMO
Dicen que el ser humano es el único que tropieza dos veces con la misma piedra. Y sí, es cierto, porque aunque nos hagan mal, nos hagan daño mil veces, siempre vamos a estar ahí sea lo que sea y pase lo que pase, volviendo a cometer el mismo error del cual deberíamos haber aprendido. 
La verdad que ya perdí la cuenta de las veces que me caí de mi nube. Ya no sé si fueron cien veces o ciento dos, exagerando. Y aún sabiendo que siempre me caigo de ella, sigo subiendo y me volveré a caer mil veces más... porque soy así, porque somos así. Porque nos tropezamos, porque nos equivocamos y no aprendemos de los errores. Seguramente no queremos. Porque nos adoptamos a lo que sea si es necesario. Porque no importa que duela, somos así de masoquistas.
Mientras tanto yo sigo acá, no me importa cuánto sufro, me voy adaptando a lo que hay. Se que en algun momento se va a desvanecer y se va a esfumar. Sabiendo que alguien va a venir a romper todo eso. Y sé que me volveré a caer, una vez más; porque no quiero aprender de los errores. Porque no me importa cuánto va a doler. 
Soy así de masoquista.
Es complicado decir adios a algo cuando no se quiere, cuando realmente quisiera decir un hasta luego. Es duro una vez que se reflexiona saber y llegar a la conclusión que hay que decir adios, que no se quiere caer en el abismo.
Quisiera gritar que no me duele, que no se ha abierto de nuevo una herida dentro de mí, que todas esas ilusiones que tuve se han venido abajo.Quisiera despertar mañana y ver que todo ha sido unicamente un mal sueño, pero es una REALIDAD, algo que no se ha podido evitar, algo que está muy reciente, algo que esta hoy aquí.
Pero hay un dicho que dice que después de la tempestad llega la calma y yo soy fuerte, me considero fuerte aunque a veces me cueste levantarme. Las circunstancias me han echo serlo, y sé que dentro de un tiempo la herida se ira curando y quizás encuentre esas ilusiones de nuevo.
Por mucho que ame, por mucho que desee, no voy a ser alguien que no quisiera, no voy a recibir menos de lo que me merezco ni tampoco a exigir nada a nadie. Con esto lo unico que voy a hacer ser como soy, y exigir lo mismo que yo dé, que es lo minimo que debe recibir cualquier persona.


Pero hoy digo adios a mis sentimientos, llegar a sentirlo no es fácil, por lo menos voy a empezar a hacerlo, y poco a poco lo conseguiré, no se puede olvidar en apenas unos dias, incluso meses, del amor al desamor hay un tiempo de intervalo, y es lo único que me va ha ayudar, TIEMPO AL TIEMPO.
A veces es tan necesario derramar lágrimas por algo que no vale la pena, que no queda otro camino que simplemente hacerlo. Llorar es algo que se me da muy fácil. Soy débil y por más que quiera ser fuerte, a veces no lo puedo evitar. No lo hago a propósito, si lloro es porque tengo algo que me molesta y que me hace mal dentro mío. A veces uno necesita descargar todas esas cosas malas que guardamos durante mucho tiempo. A veces uno necesita un abrazo bien fuerte que nos haga sentir protegidos de cualquier mal y al fin poder soltarse y decir basta a lo que nos lastima. Soy muy emotiva, suelo guardar muchísimas cosas dentro mío. A veces exploto. A veces no aguanto más. A veces no soporto la idea de vivir como vivo. Y a veces lloro. Pero siempre, pero siempre sé que después de un día de lluvia, sale el sol. Siempre, siempre, sé que cuando lloré, miles de risas taparán ese momento.