A veces no eres consciente de lo mucho que una persona puede cambiar tu vida.
Pensar por y para dos. Compartir los buenos momentos, pero sobre todo los malos. Sentirte apoyada las 24 horas del día. Tener la seguridad de que nunca te va a faltar. Hacerle feliz, mucho. Y que te haga feliz, todos los jodidos días.