En ese mismo instante que le besé, supe que él era para mí y yo para él. Supe que lo nuestro sería para toda la vida, porque por fin, había conseguido encontrar lo perfecto, al único chico perfecto existente y lo tenía yo, para mí, solo para mí. Entonces, decidí que a partir de ese instante mi vida cambiaría y no a peor, sino, a mejor, mucho mejor. Y así es, no me equivoqué en nada. Ahora él sigue siendo mi vida y por supuesto, lo seguirá siendo el resto de mis días, sigue siendo solo él para mí, la persona más importante y magnífica que ha pasado por mi vida, para quedarse, por supuesto.
Gracias a él, he conseguido descubrir cosas inimaginables, ha conseguido que yo llegué a amar de una forma inexplicable, tanto, que ni la misma palabra puede describirlo.
Ha conseguido que las cosas malas que puedan suceder a mi alrededor y me involucren, solo se queden en cosas insignificantes, él me protege, me da la mano cuando me caigo y está junto a mí siempre y eso, me hace estar más segura que nunca.
Gracias a él, ahora me levanto todas las mañanas con una sonrisa en la cara, más que feliz, por que sé que él se muere de ganas de verme al igual que yo, porque yo no puedo sin él y él sin mi tampoco.
Ya no quiero ninguna historia más en mi vida que no hable de él y de mí, ya no quiero a ningun otro que no sea él, para mí, él es mi mundo y siempre será así.
Me muero por pasar el resto de mis días, de mi vida, con él, de subir al altar y decir SI QUIERO, aunque tampoco nos hace falta casarnos para saber que esto va a durar siempre. 
A pesar de las discusiones, siempre tenemos la mejor reconciliación del mundo y esto, nos hace ser aún más fuertes y también que sea más fuerte nuestro amor. Ya lo hemos averiguado y yo no soy sin él, ni quiero un mundo sin él. Porque es quien le da sentido a todo, a mi vida, a mi felicidad... Lo es todo para mí.
Gracias por haber aparecido a mi vida para quedarte conmigo para siempre, no sabes lo afortunada que me siento hoy en día.