Te cansas, sí, te cansas de poner al mal tiempo buena cara. Claro que no eres perfecta, que no consigues todo lo que te propones aunque quieras afirmar que sí. Que vas de dura y te lo preguntan y tú dices que sí, que odias la melancolía y todo el rollo de la sensibilidad pero luego te paras a escribir y salen, las palabras salen. A veces ordenadas y otras que ni tú logras entenderlas; ni te entiendes a ti misma, ni entiendes a los demás y de paso, ni los demás te entienden a ti. Me digo a mí misma que es así, la vida no es blanco o negro; podemos contar con los dedos infinitos matices de gris. Quédate como estás y no arriesgues, o sí, arriesga, pero si arriesgas, o todo o nada, no vale quedarse con algo por si sale mal, o todo o nada, es mucho más divertido. Y como conclusión, sé, sé de sobra que el mundo, mi mundo, está lleno de cosas bonitas pero no sé porqué hoy no estoy en disposición de verlas.